Finca

La finca Fuente Alcaide está formada por monte prieto y quebrado de chaparros, con muchos barrancos y cuestas. El resto de la finca son fanegas de labor, de las cuales una considerable porción es de olivar. Las variedades de nuestra finca son hojiblanca, arbequino y marteño picual, cuya producción se destina mayoritariamente para aceite comercial.

Sin embargo, el virgen extra Blanco procede exclusivamente de los terruños más selectos de la finca. En la parte más alta de Fuente Alcaide, a una altura de unos 780 metros, donde la tierra es fresca y el árbol se cría con más vigor y arraigo, se encuentran los olivos que seleccionamos para la producción artesanal y muy limitada de nuestro virgen extra. Cada temporada sale al mercado una producción exclusiva y limitada de cada variedad, arbequina y hojiblanca.

Las condiciones climáticas, sobre todo las lluvias o su ausencia, marcan el proceso de madurez de la aceituna. Pero la sabiduría adquirida durante años juega un papel fundamental para determinar el terruño del que procederá nuestro virgen extra. Cada año escogemos un rincón de la finca que debe cumplir con las exigentes condiciones de idoneidad para extraer de esos olivos el mejor virgen extra.

Las aceitunas no se recogen hasta el momento en que se va a elaborar el aceite; del olivo van directas al molino para conseguir un virgen extra en su máxima plenitud y frescura.

El aceite de oliva virgen extra es zumo de aceituna. El proceso, puramente físico, que sigue el virgen extra Blanco es el mínimo necesario para conseguir un producto de calidad extrema, embotellando un aceite en plenitud de sabor y aroma.

Una producción exclusiva que enamora a cada vez más apasionados del mejor virgen extra.
Cada temporada salen al mercado una limitada edición de cada una de las variedades más exquisitas de arbequina y hojiblanca de Fuente Alcaide, nuestra finca centenaria. Una joya gastronómica capaz de conquistar el gusto más exigente y el más delicado paladar.

Una imagen de producto diseñada por la naturaleza.

Para nosotros era muy importante poder contar de una forma clara y diferente la calidad de nuestros vírgenes extra y la exclusiva selección de nuestros frutos cada cosecha.

Quisimos traducir visualmente esta forma de seleccionar cada cosecha los mejores terruños de cada variedad. Para ello, de la mano del estudio Buenaventura, nos inspiramos en Matisse y sus «papiers decoupes». A partir de ahí recortamos de un plano de la finca Fuente Alcaide los terruños seleccionados para esta campaña.

La forma gráfica de cada terruño se convierte en la imagen de cada variedad a través de adhesivos, que con su colocación manual y aleatoria nos permiten expresar el carácter artesanal del producto.

Generamos un sistema visual que convierte la marca en un lienzo blanco donde la finca se expresa cada campaña. La gama cromática es una adaptación del catálogo de pintura de los años 80 de Land Rover, un auténtico icono del trabajo en el campo andaluz. Esta cambiará cada nueva cosecha.

De esta manera conseguimos un código visual propio que pone en valor nuestra exclusiva forma de producir aceite de oliva virgen extra.